Cata de vino Piedra Luenga Oloroso por Jonatan Armengol y Rocío Márquez

Rocío Márquez
Es un vino Oloroso elaborado 100% con uva ecológica Pedro Ximénez, seleccionada en campo especialmente para este vino, con fermentaciones controladas, con temperaturas máximas de 20 grados y una molturación muy suave para conseguir la máxima expresión de la uva, sin que haya tenido mucho contacto con la pepita. Durante un año está esperando para luego seguir creciendo en botas de roble americano con maderas de cuarenta años. Llenamos completamente las botas para evitar la formación de velo o levaduras en superficie y evejece durante seis/ocho años. Es un vino color caoba, brillante, transparente, con un movimiento untuoso.

El carácter dulce que tiene en nariz es reflejo de nuestra variedad de uva Pedro Ximénez. Su impronta se ve reflejada en todos sus vinos (Fino, Oloroso, Amontillado, Pedro Ximénez, Palo Cortado,…) Es un vino seco, tiene menos de 2 gramos/litro de azúcar, pero en nariz aparece como si estuviera hecho de pasa, pero está hecho de uva fresca Pedro Ximénez. Pero en nariz es muy goloso.

La salinidad del vino es reflejo de nuestros suelos: albarizas (suelos blancos calcáreos) y suelos rojos más arcillosos. Tanto unos como otros aportan ese punto salino en boca muy característico. Estos suelos los estamos cuidando con cubiertas vegetales seleccionadas, lo que nos aportan más nutrientes, abono natural.

La base de nuestro vino oloroso son nuestras levaduras y acabáis de ver su casa (mostrando el viñedo), por lo que no realizamos ningún tratamiento que pueda perjudicarlas (solo tratamientos biológicos) y eviten que la levadura alcance su máxima expresión.

En el formato baginbox, el vino se envasa sin oxígeno. Cada vez que rellenamos una botella aparece el vino en su máxima expresión y evitamos la emisión de 500 g de CO2 a la atmósfera.

Robles reutiliza, Robles reclica y Robles reduce.

Ahora hay una quinta R: Robles se reiventa.

Jonatan Armengol
El oloroso es mi vino favorito. Si solo pudiera llevar una botella a una isla desierta, sería de oloroso.

Es un vino que puedes abrir la botella y tomarte una copa cada día o un par de copas cada fin de semana y no se va a dañar

Durante el confinamiento he descubierto que los baginbox se pueden ordeñar, por lo que Francisco Robles me ha sacado el hashtag #ordeñatubaginbox. Haré un vídeo en youtube cómo se ordeña un baginbox. Yo ya me he acostumbrado a pedir el vino en baginbox y tengo una botella rellenable de vuestra iniciativa, que a mí me encantó (la botella del vino: https://bodegasrobles.es/labotelladevino ) Ahorrabas una pasta y ahorrabas un follón al medio ambiente (cada vez que se rellena una botella evitas la emisión de 500g de CO2 a la atmósfera).

A lo mejor la gente ahora descubre que el futuro es ese presente que tenéis vosotros ahora. Me da una envidia poder pisar ese manto vegetal que tenéis allí, pudiendo escuchar a a los pájaros. Me dan unas ganas de que nos desconfinen, pueda pisar ese viñedo y darse cuenta de la comunicón de la naturaleza. Es increíble.

Tengo el vino que me habéis enviado en botella y tengo otra botella rellenada de mi baginbox. Propongo hacer una cata comparativa. A ver cómo ha evolucionado. Porque yo siempre he dicho que para este tipo de vinos, el box es lo mejor.

El olorosos iría muy bien con los chocos de la Taberna Bolero. También con el atún que tú decías, un atún vuelta y vuelta a la plancha, o el atún toro de Kabuki, que lo hacen con láminas muy finas y luego le funden grasa de jamón ibérico. Es un plato brutal y este oloroso para quitarse el sombrero.

Hay dos notas que siempre me han llamado la atención de los olorosos: las notas a frutos secos y las notas a barniz. A mí me gusta particularmente este oloroso porque destacan especialmente las notas a frutos secos y baja un poco la nota a barniz que en algunos otros es más agresiva. Este oloroso tiene una nota en nariz un poco más dulce y más equilibrado en todas las notas. Es un oloroso para tomar habitualmente y particularmente adecuado para introducir en este mundo que, el único problema que tiene, es que engancha.

Tiene una salinidad, que no es ni de lejos la que podría tener un fino, pero como tiene más matices y es un vino más maduro en ese sentido, que nos va a sacar más opciones en boca. Al pasar los primeros 5/10 segundos, lo que más va a permanecer son esas avellanas tostadas esas almendras… Lo que provoca es que salivemos tanto que, cada 10 segundos nos apetezca darle un sorbito. Y así me va a mí.

Te voy a decir algo que me te va a sorprender, pero si te digo que está más bueno el del baginbox, que está más abierto. Noto la diferencia en que tiene más aromas, está más abierto y luego en boca está más oxigenado. Entiendo que puede ser porque al rellenar la botella del baginbox le estoy dando un oxigenado extra y al derrar la botella yo para guardarla, no tiene el sellado que tiene una botella en bodega. Pero fíjate que le beneficia. Lo digo de corazón.

Hay una sexta R, cuando me tome otra copa: Jonatan rebuzna….


Jonatan Armengol es el único periodista y crítico gastronómico ciego, dedicado al mundo de la gastronomía desde hace mas de 15 años. Ha formado parte de jurado de distintos certámenes a nivel nacional e internacional y es experto catador de quesos, aceites, vinos, cócteles, etc…! Asesor gastronómico en diferentes empresas, colaborador en distintos medios de comunicación y en la actualidad es el Director del programa “A la Mesa” en Radio Intereconomía.

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