Visita de la Fundación Savia

Son ya varios los años que una delegación de la Fundacion Savia comparte con nosotros la vendimia, una actividad que en palabras de Paco Casero, su presidente, es «el reconocimiento a toda una una historia de buen hacer y el reconocimiento a lo que significa el viñedo para una zona como Montilla-Moriles. Hay que poner en valor que el Pedro Ximénez no tiene precio y a veces no somos capaces de valorarlo, cuando precisamente Bodegas Robles ha tenido ese reconocimiento internacional que a veces no cuesta reconocer a nosotros mismos».

Agradecidos por estas muestras de apoyo y afecto, hemos compartido una jornada de trabajo en el viñedo ecológico Villargallegos de Santaella —cortando uva Pedro Ximénez— y posteriormente, nos hemos trasladado a la pasera para tenderlas al sol «el asoleo», el proceso de deshidratación y pasificación de las uvas destinadas al vino Pedro Ximénez.

Este año la cuadrilla se ha ampliado con algunos amigos y ha estado formado por Francisco Casero, Presidente de la Fundación SAVIA y, durante más de dos décadas, Presidente del CAAE (Comité Andaluz de Agricultura Ecológica, hoy ECOVALIA); Antonio Manuel Rodríguez, escritor y profesor de Derecho Civil en la Universidad de Córdoba; Diego Granados, secretario general de Ecovalia; Adolfo Peña, Profesor en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes (ETSIAM-UCO) y director del máster DigitalAgri; Salvador Torres, Fundación Savia; Juan Bolaños, responsable de narrativa y activación de marca; Francisco Robles, gerente de Bodegas Robles. También nos visitó Pepe Álvarez, alcalde de Santaella, para intercambiar algunas impresiones sobre el apoyo al mundo rural.

Durante esta vendimia, la deshidratación se está produciendo a los cuatro días de su extensión en las paseras, cuando lo habitual suelen ser de siete a diez días. En los últimos años, cada vez nos resultan más evidentes en Bodegas Robles los efectos que el cambio climático causa en los cultivos de la vid y en la uva. Ante esta situación, Francisco Robles, gerente de la bodega, defiende que «la cubierta vegetal es la primera línea de defensa contra el cambio climático». La mayoría de los viñedos son de secano y la pérdida de suelo y de carbono orgánico son el mayor problema medioambiental.

Ante esta situación, Francisco Robles, gerente de la bodega, afirma que «la cubierta vegetal es la primera línea de defensa contra el cambio climático». La mayoría de los viñedos son de secano y la pérdida de suelo y de carbono orgánico son el mayor problema medioambiental.

De esta forma, Robles propone «procesos naturales de agricultura regenerativa que reponga los nutrientes, capte el agua y abone el suelo». En el viñedo de Villargallegos, por ejemplo, se ha desarrollado una cubierta vegetal de especies silvestres autóctonas de raíz corta y fijadoras de nitrógeno, como las trebolinas, amapolas, leguminosas. Esta cubierta vegetal aporta nutrientes a la vid de forma natural, protege al suelo de la escorrentía y la erosión. A largo plazo, aumenta notablemente la fijación de CO2, que se traduce en un aumento de los niveles de carbono orgánico del suelo y una reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera. En pocas palabras, «la fertilidad del suelo no se compra, la construimos cada año».

Por último, nos gustaría expresar nuestro reconocimiento a las mujeres y hombres del campo que cada día aportan su esfuerzo y buen hacer para el desarrollo de nuestra sociedad. Afirmamos que es un sector de futuro con los pies en la tierra, que frente a la especulación de estos tiempos, produce una riqueza real y tangible y supone una base sólida sobre la que construirnos como comunidad.

Cuidarnos está en nuestra naturaleza.

 

 


 

 

 

 

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